09/26/2024
Existencialismo.
Por aquello que dije, viví equivocado; y porque así fue, supe como el que sabe que se va a cortar el cuello, en un gravitar a encarnar la furia en unos pinceles.
Pedí consejos a mis mu***os que salían de mi silencio; ellos supieron decirme lo equivocado que estaba frente a tanto mal que pensé abrazar con mi juventud llena de pasiones e impulsos.
Comprendí que el hombre se va forjando mientras va olvidando la soberbia, y se va acercando a lo que parece ser la luz de la sabiduría, y no siguiendo manuscritos redactados por otros.
No recuerdo cuán importante era esa obra con la que una vez creí para salvar al hombre del hambre, pero sí recuerdo que las armas ahora las crítico con la misma necesidad que tengo de interpretar mi rabia en mis pinturas oscuras que soportan ese mal humor que me caracteriza.
Tendría que nacer de nuevo para comprender que las palabras son útiles cuando la Fe que no es arrogante, ayuda a fraguar el coraje que edifica la dignidad, y te enseña a bajar los hombros para advertirte que estás vivo, mientras la presencia de los gritos no se escuchan.
Entonces, el Amor no fue un desengaño, y los pájaros no fueron todos de papel en mis sueños. Conservo los deseos que nunca me negué dentro de esas grietas apacibles de la posibilidad que en mi cuerpo aún viven.
En todo caso, dejé de creer en los genios y creí más en el gemido de un niño, en la belleza que deja la lluvia cuando cae sobre unos labios, y en los tiempos de escribir un poema cuando estamos solos frente a un óleo lleno de tesoros por descubrir.
Con todo eso muero, con mis citas a caballo, en la existencia de lo que fui, con el Arte que se nos da, esperando en una ventana otra vez la razón, para amar, perdonándolo todo...
Tony Pichs.
Poeta cubano.
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Arte: Cata