03/04/2016
AGRICULTURA Y VALOR AÑADIDO
Los agricultores conocemos poco sobre avances tecnológicos. La preocupación mayor del agricultor es sacar a delante la producción eliminando los factores limitantes que la economía de cada cual le permita.
La limitación a la producción más importante es el trabajo, por eso el agricultor sacrifica mucho tiempo de su descanso a completar o adelantar trabajos.
Las cosechas producen extracción de nutrientes del suelo que conviene reponer en forma de abobos orgánicos e inorgánicos para asegurar la producción del año próximo. Otro de los factores limitantes.
Como también lo es el agua de riego, porque no siempre llueve a gusto del agricultor.
Tan importante como los factores limitantes citados se encuentra la incertidumbre que los factores meteorológicos inesperados producen sobre la agricultura: Humedad durante el período de floración, general falta de lluvias, heladas, pedrisco, son los riesgos más comunes que merman las cosechas hasta destruirlas.
En cualquier negocio se asegura el producto, las instalaciones, los sistemas de producción. Pero en España el seguro agrario es un monopolio en manos del Estado, es caro y los peritajes son asimétricos, favoreciendo siempre a la aseguradora. Los agricultores nos cansamos de este sistema de monopolio y muchos hemos optado por abandonar, a sabiendas de que dos o tres siniestros seguidos pueden acabar con nuestra economía.
Estas singularidades hacen de la agricultura un negocio peculiar, arraigado a la costumbre y tradición familiar, pero con un goteo constante de pérdida generacional y abandono de los cultivos.
Si hace 100 años la agricultura aportaba a la economía nacional el 20 % del PIB, hoy apenas alcanza el 2 %, lo cual significa que otros sectores han crecido hasta absorber la aportación económica de la agricultura.
El único resorte que nos queda a los agricultores es dominar el mayor número posible de factores limitantes y aumentar la producción hasta hacerla rentable.
Por todo lo explicado, concluyo que la tecnología aporta poco valor añadido al producto del campo