Emerge desde los 60 hasta los 3 metros de profundidad, y en sus inmediaciones se encuentran los restos de numerosos barcos naufragados tras colisionar con la roca, como el Sirio, el NordAmérica, el Minerva, el Primo, el Kansega...
En este bajo se pueden hacer muchos buceos diferentes, la mayoría de ellos de perfil marcadamente técnico por la profundidad que se alcanza. La ventaja que tiene este b
ajo frente a otros buceos en pecios es que la descompresión se hace en las paredes del bajo, disfrutando de la vida marina. La inmersión más tranquila consiste en visitar la zona conocida como 'la chatarra', en la parte SO de la cara NO. Consiste en una amplia zona repleta de chatarra proveniente de las extracciones realizadas en los diversos pecios allí hundidos. El Sirio es el pecio más famoso, por la tragedia que supuso su hundimiento. Encalló en el bajo y se partió, quedando la proa en la parte central de la cara SE y la popa en la zona NE de la cara NO:
- 'La proa del Sirio' es una inmersión técnica pero entre ellas la menos compleja. Se encuentra muy entera y recogida, entre los 40 y los 50 metros de profundidad.
- 'La popa del Sirio' es más complicada, porque esta parte del barco es bastante más grande, y se suelen visitar también las calderas que están esparcidas muy próximas. Al final, el tiempo de fondo es considerable, y transcurre entre los 40 y los 50 metros.
'El Nordamerica' se encuentra en la parte NE de la cara SE, con la popa destrozada pegada al bajo en los 40 metros, y separándose del bajo y ganando profundidad hasta más allá de los 60 en la popa. El pecio se encuentra recostado sobre su costado de babor, y partido por la mitad tras las calderas, de las que no es recomendable pasar sin la debida preparación. En la popa se encuentra un cañón, lo que a algunos nos hace pensar que no se trata realmente del Nordamerica, sino del Kansega.
'El bocabajo' es el nombre con el que se conoce el pecio del Minerva, por encontrarse completamente volteado. Se encuentra entre los 45 y 55 metros en la cara SE del bajo, con la popa prácticamente pegada a la proa del sirio, y en paralelo con el bajo hacia el SO hasta la destrozada proa. En la aleta de estribor hay un agujero junto al fondo por el que se puede penetrar, y se puede recorrer el interior de su enorme bodega hasta llegar a las calderas, las cuales se pasan por la izquierda (costado de estribor) o por arriba accediendo a la destrozada proa de la que se puede salir sin problema. Por supuesto, es una inmersión muy muy complicada, y está totalmente desaconsejada sin los conocimientos, experiencia, equipo y planificación necesarios. Otra inmersión interesante es visitar la tremenda ancla Almirantazgo que se encuentra a 55 metros en la punta NE del bajo, o bien otra de menor tamaño que se encuentra en 32 metros en la misma zona. Además de los pecios, este bajo está siempre rebosante de vida, pudiendo disfrutar de todas las especies típicas del Mediterráneo y de la Reserva marina: meros, falsos abadejos, espetones, dentones, doradas, lechas, castañuelas, reyezuelos, tres colas, chopas, sargos, pulpos, morenas, julias, fredis, estrellas, actinias rojas, flabelinas, planarias, nudibranquios, gorgonias, águilas...