02/02/2023
Fumar un cigarro nada tiene que ver con fumar un ci******lo. Las prisas con las que uno se enciende y consume un ci******lo están muy lejos del tiempo que se emplea para degustar un cigarro Premium. “El cigarro es enemigo de los problemas y de la prisa. El cigarro es pasión en la fumada, es enamorarse, es lo más cercano a enamorarse porque se utilizan los cinco sentidos”. Así define el Brand Ambassador de La Aurora Wascar Aracena cómo debe ser el acto de fumar un cigarro Premium.
Y es que para captar por completo la configuración de un cigarro hay que hacer uso de los cinco sentidos:
Oído: para detectar el grado de humedad y saber si se puede encender el cigarro en ese momento o no.
Tacto: para acariciarlo y sentirlo, con el fin de verificar que no tenga baches o bultos, porque estos varían la fumada.
Vista: para ver la sedosidad, el brillo, las venas del tabaco…
Gusto: las papilas gustativas detectan en el humo las sensaciones que nos evoca ese cigarro: notas dulces, saladas, amargas etcétera.
Olfato: además de las fosas nasales –donde se detectan notas y matices del cigarro–, el gran fumador de ci****os debe en algún momento emplear la vía retronasal (boca/nariz) porque es lo que permite identificar la verdadera fortaleza del cigarro y los aromas del tabaco.
**rs