08/07/2021
Quinta lección de este viaje: “Mucho queda por explorar”
Después de la revelación de la mano de su amiga, el monje decidió que era momento de entregarse a su suerte y emprender un viaje a tierras desconocidas. Regresó al monasterio antes de que salieran los primeros rayos de sol de la mañana y partió en una barcaza antigua con una vela mágica, que había pertenecido a Reyes de otra era.
Así fue como se encontró rodeado del agua más azul que hubiera visto jamás que en el horizonte se confundía con el cielo. El viento firme guiaba la vela mientras el barco casi flotaba sobre el mar. Contento, el monje capturó este momento en su mente y se prometió: “es hora de ir a donde los sabores me lleven”
Notas del monje a quien está por probar: La cerveza que estás por probar es una Belgian Session IPA que hicimos con . Una base de maltas ligera, dotada de malta pilsen y carapils, con un lupulado que mucho quisimos probar: adiciones de cryo Loral en whirlpool y dry hop que le dan unos toques muy sutiles a menta y frutas rojas. La fermentamos con un blend de be256/s04 para que las características de la leva belga no sea excesiva y se encuentra así sus notitas a banana en aroma y sabor. El último toque que podrás sentir son algunas notas a durazno, que agregamos en fermentación. Esta cerveza es un viaje sin destino final. Suave, ligera, fácil de tomar pero no sin su complejidad.