Un incendio que acabo con el patrimonio de familias enteras no es algo que olvidaremos.
Una madrugada se iniciaba con el sonar de celulares y teléfonos en casa, la angustia y la duda de lo que ocurría. Horas de angustia siguieron a los llantos y la desesperación. Miradas pérdidas, discursos populistas y demagogicos llenos de promesas vacías, una navidad difícil de pasar, un diciembre y año nuevo en la sosobra, el frío y el olvido de los políticos oportunistas. Burocracia y más burocracia, un presente inconcluso y una esperanza del apoyo de vecinas, vecinos y personas solidarias de todo México. Muchas dudas, incertidumbres y llantos.
A dos años del siniestro, la corrupción e ineficiencia socialista no ha permitido recuperar nuestras vidas y patrimonio.
La demagogia e incapacidad hecha gobierno.
A casi un mes de la tragedia que afectara a 181 locales comerciales de los 539 locales que existen al interior del mercado san cosme, el gobierno local ha demostrado ser incapaz de resolver de manera inmediata un problema técnico. Usando la demagogia y los discursos oportunistas a cambio de la limosna electoral en la que participan, los burócratas de hoy, han iniciado su proceso clientelar para asegurar las siguientes votaciones y sus mediocres trabajos, poco importan los derechos humanos o los humanos derechos, aseguran que aplicando un curita y un paracetamol, podrán solucionar lo que requiere de una operación mayor. Pero poco importa, pues lo que les interesa a los burócratas en política es ejercer el control de la población y el mercado, pues sin estos (los impuestos son robo) no podrían vivir, tal cual parásitos vividores, aseguran que la población les necesita y no, no les necesitamos.
Aseguro, mi estimado lector, mi apreciada dama, que burócratas y administradores harán todo lo posible para evitar que la eficacia privada resuelva el problema, pues aseguran su permanencia en la mediocridad laboral, alargando la agonía del enfermo. Odian lo privado, pues son dictadores.
No, no, no. Ellos no son la esperanza del pueblo, son la enfermedad del pueblo y es momento de curar al paciente.