31/12/2024
Río Pinto 2024 no fue una carrera más, creo que fue la mejor de todas por las circunstancias en la que concurrí a correr esta carrera y sobre todo por el final de ese viaje.
Volvíamos a casa ya y en el medio de la nada apareció este ser. El Nari, solo en medio de la oscuridad, de una ruta 9 gracias a Dios en ese momento con muy poco tránsito. Diego, que venía de acompañante me dice…¿viste ese perrito blanco? Y le dije si y tuve una de las mejores decisiones de mi vida que fue frenar el auto y buscarlo, levantarlo y la intención era llevarlo a su casa o al pueblo siguiente de donde se tendría que haber ido en búsqueda de comida. Pasaron más de 25km y todavía no aparecía el pueblo. Entonces decidí traerlo, estaba muy oscuro en el auto y no podiamos ver las condiciones en la que en realidad se encontraba. Llegamos a casa le di de comer, tenía mucha hambre y empezamos a verlo bien y ver cómo estaba. Nunca en mi vida había visto un perro con tantas pulgas y garrapatas del tamaño de una falange de un dedo como tenía el. A la tarde lo llevamos a la veterinaria, le hicimos las curaciones y ahí empezó la historia del narigón (Nari) conmigo. Es un viejo enojon, cascarrabias, pelea con los otros perros de casa, se tira pedos muy hediondos, pero sale viento o escuchas truenos se asusta mucho, busca refugio en los lugares más oculto de la casa, siente miedo, se le nota en la cara, pero ahí estamos nosotros para cuidarlo. El amor es recíproco, uno da y el otro da, ambos recibimos.
El Nari no tiene nada que ver con lo que se tenía que publicar en esta página, pero él fue una de las mejores cosas que me pasó este año, que fue bastante fulero, pero él se merece que lo conozcan. Aparte del Nari también están Mila (mi hijita y mamá del resto) Oli (mi vida) El Negro (el fachero) y Toto ( el patrón).
Si llegaste a leer hasta el final, en la ultima foto te muestro lo HERMOSO que está hoy mi Nari Nari. Cuídalos, quiérelos que ellos harán lo mismo por vos.