13/04/2022
¿Dónde nació el papel de fumar?
La fabricación de papel en Europa comenzó en las comarcas de Xàtiva y Alcoy (Comunidad Valenciana) en 1154, traída a España por los musulmanes, quienes aprendieron la práctica de los chinos. El papel original estaba hecho principalmente de cáñamo, pero también de cualquier cosa con fibra. Así muchas veces reciclaban ropa de cama, trapos, prendas de vestir, algodón, lino… cualquier cosa que tuviera fibra. El papel se había utilizado como moneda en China a partir del siglo VII; como era de esperar, también fue uno de sus primeros usos en Europa.
Después de la introducción del tabaco en España desde el Nuevo Mundo en el siglo XVI, se extendió por el país la costumbre de fumar tabaco traído de las Américas. Sin embargo, el tabaco era un producto sumamente caro para fumarlo en las propias hojas de la planta. Solo los aristócratas fumaban puros de tamaño considerable, enrollados en hojas de tabaco.
Cuando terminaban de fumar estos enormes ci****os puros, tiraban las colillas al suelo, donde los campesinos y los mendigos las recogían, las desarmaban y volvían a enrollar lo que quedaba en pequeños trozos de periódico, costumbre que se extendió por toda la clase obrera con la popularización del tabaco en polvo. Probablemente había humo verde y chispas saliendo de estos primeros papeles de fumar, que contenía plomo y cadmio y sólo Dios sabe qué en esa tinta de imprenta.
Entonces, cuando la costumbre popular de fumar llegó a Alcoy (recordemos, la cuna de la fabricación de papel en Europa) los fabricantes reconocieron la necesidad de un papel especial hecho solo para fumar tabaco desmenuzado o en polvo, por lo que produjeron un papel de fumar blanco de combustión limpia, que anunciaron promocionando sus propiedades higiénicas. Era un papel más fino de lo habitual, elaborado en grandes hojas del tamaño del pliego (doble folio) que el fumador podía cortar a su gusto y necesidad. Pronto, este papel concebido exclusivamente para fumar, comienza a tener un gran éxito.