23/08/2023
Un poco de historia del whiskey en Irlanda
Fueron los monjes religiosos quienes llevaron la destilación a Irlanda, la utilizaron para crear perfumes y Eau de Vie o Agua de vida. Los primeros registros en Irlanda se remontan a 1324 y provienen de un manuscrito medieval llamado el libro rojo de Ossory, que muestra el Uisce Beatha produciéndose para el consumo.
Años después aparece en otro registro en los Annals of Clonmacnoise (crónica irlandesa hoy perdida, pero cuya traducción perdura, que narra hechos históricos desde la prehistoria hasta el año 1408). Allí, consta que en 1405, el jefe de un clan murió después de “tomar un exceso de aqua vitae” en Navidad.
Ya a mediados del siglo XVI, era una de las bebidas más consumidas y extendidas en los reinos bretones. En 1556 se promulgó una ley que decía que solo los caballeros y hombres libres podían destilar. Sin embargo, la destilación se realizaba de manera artesanal en numerosas casas y tabernas.
Para 1608, el rey James VI de Escocia y I de Inglaterra otorga la primera licencia de la historia para la destilación de whisky a Sir Thomas Phillips en un condado de Irlanda del Norte.
Con la evolución de métodos y técnicas de producción, los alambiques cada vez más grandes se convirtieron en la norma, y el número de destilerías aumentó de 40 en 1823 a 86 en 1840.
En 1830, un inspector de impuestos con el nombre de Aeneas Coffey desarrolló y patentó un método de destilación por lotes de alambique. El sistema Coffey o Patent revolucionó la industria. La tecnología fue adoptada por los escoceses, quienes sintieron que al mezclar los whiskies de grano más ligero (producidos con el sistema Coffey) con los whiskies de malta de sabor más intenso, podrían ampliar considerablemente el atractivo de sus whiskies.
Sin embargo, en Irlanda, esta innovación tecnológica no fue bien acogida y fue rechazada por los destiladores. Error clave en el declive del whisky Irlandes y motivo principal del avance en Escocia y luego en EEUU.
En las últimas tres décadas, el sector del whiskey irlandés ha experimentado un resurgimiento mundial con un aumento de las exportaciones y una inversión continua en la expansión y el desarrollo de las destilerías.